Monday, May 12, 2008

¿Quién carajo es Simeone para echar a Ortega?

Yo no puedo creer que entre los hinchas de River todavía haya gente que se dirija a DPS con respeto -"Por favor "cholito" reconsiderá tu decisión de borrar al burrito!!"- y cosas por el estilo.
En principio la única ligazón de DPS con el club Atlético River Plate es su actual contrato. Se podría agregar siendo buenos que su ex exposa con la que tiene un vínculo confuso desde hace ya varios años es hincha-simpatizante del club. Sus hijos fueron invitados por el demagogo de siempre, presidente que tanto padecemos, José María Aguilar para formar parte de las divisiones amateurs del club. Honor que comparte con los hijos de Majul(?) y de Macu Mazzuca(?). No olvidemos que Aguilar es el mismo que invita al hijo de Majul y hace un par de años rechazó a los "desconocidos" Agüero y Messi. Pobre Messi no le quería pagar unas vitaminas el mismo tipo que años después como presidente entrega millonarias comisiones a representantes salidas de recursos genuinos del club. Para colmo a diferencia de Majul, Simeone ni siquiera es hincha de River.
Sigamos. Cuando se invoca desde varios medios de comunicación (formadores de opinión y quizás por eso ese respeto reverencial de algunos hinchas hacia una figura que nada tiene que ver con River y que impone La Corporación Futbolística.) que Simeone nada tuvo que ver en la eliminación de River contra San Lorenzo del otro día, que fue responsabilidad exclusiva de los jugadores, etc, yo toto desde mi lugar rectifico.
SIMEONE CULPABLE
Un partido 11 contra 9 se puede empatar. No es un caso único en la historia del fútbol y si a la serie le agregamos el decisivo penal inventado por Baldassi, la eliminación no dista de ser muy dolorosa, pero está a años luz de ser la peor humillación de la historia del club. De serlo, Aguilar, Israel y Simeone deberían renunciar.
Simeone es culpable por haberse prestado a los negociados de su representante. Por haber presionado a los dirigentes de Estudiantes (que lo rescataron de ese mal momento sufrido en Racing donde lo utilizaron) y le pusieron a disposición un gran plantel y todas las comodidades para trabajar, a que concretasen incorporaciones imposibles no solo para Estudiantes, sino también para River y cualquier otro club argentino (Mariano Gonzalez, Sebastián Dominguez, todos jugadores de FH). Hoy, Estudiantes marcha primero en el campeonato (sin las millonarias contrataciones que urgía su ex-técnico) con los mismos puntos que River que incorporó la segunda selección de FH (Cabral, Archubi, Merlo). Jugadores que la marioneta de Simeone consideraba vitales para su proyecto y que hasta ahora no aportaron absolutamente nada.
Contra San Lorenzo se hicieron evidentes varias cuestiones:
Que River no tenía jugadores en su plantel con características para tener la pelota y cuidar la ventaja (circunstancias que pedía el partido). Que esto es producto de una mala evaluación de los recursos del plantel por parte del técnico que prescindió de jugadores muy valiosos como René Lima (que le quitaban su lugar a jugadores sobrecotizados (!!4 millones de dólares!!) sin una virtud evidente que sirva de aporte al plantel, que tenían algún tipo de relación con su representante y que eran utilizados en otros puestos: Ponzio).
Que muchos de los jugadores que le "salvan las papas" a Simeone partido tras partido son jugadores que el técnico descartó apenas llegado al club (Abelairas, Buonanotte, Falcao, Ahumada, Augusto Fernandez).
Que Simeone no estaba preparado para asumir el compromiso de River por inexperiencia y falta de conocimientos. Su estilo de dirección es confuso, exasperante, y está plagado de un compendio de frases hechas que sacó seguramente de otros técnicos que lo dirigieron (mucho mas capaces que él). No tiene tacto para los partidos (ni durante su planificación ni su desarrollo) ni ojo para elegir los jugadores.
Que Simeone con su nefasta planificación dilapidó el componente anímico de un plantel (que durante todo el campeonato nunca se supo a que jugaba, ni lo hacía bien, pero que ganaba por su confianza en sí mismo) saliendo a buscar deliberadamente el empate ante San Lorenzo, entregando el clásico ante Boca y haciendo un cambio de otro partido en la revancha por la Copa (Rosales x Augusto) que derrumbó la confianza del plantel ante la primera eventualidad (el gol de Bergessio).
Además:
Que el compromiso que le pide a Ortega en materia de sub-exposición y afectación al trabajo, el propio técnico no lo respeta con sus apariciones en programas de televisión y tapas de revistas y la falta de discreción con la que maneja su vida privada.
Ortega es uno de los grandes ídolos de la historia de la institución y además pasa por un mal momento. Su situación es delicada y no merece ser señalado como el chivo expiatorio de una cadena de caos que ya lleva varios años en el club. Antes de "rajarlo" a Ortega que "raje" primero a Cabral, Tuzzio, Merlo, Archubi, Ponzio, jugadores que ni siquiera tienen la categoría para vestir la camiseta de River. ¿O acaso tiene miedo que se enoje su representante?

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