Arrancamos con una nueva sección, el "por lo menos así lo veo yo" de cada JUEVES. En este primer abordaje nos sumergiremos en una cuestión central: intentar resolver muchos de los serios problemas tácticos y de disposición que presenta la selección argentina ayudando a que el beodo (por fin) encuentre el camino. En la mitad de la cancha, Basile quiere un 5 "de juego" que acompañe a Mascherano. Pero la realidad es que lejos de encontrar una solución ortodoxa, ha sumergido al equipo en un jeroglifico del que no puede salir. En primera instancia porque ni Gago ni Cambiasso, terminan convenciendo.
Cambiasso no puede jugar tirado a un costado. Su posición es la de doble 5, un cinco vertical con llegada al gol, apareciendo por sorpresa en el área. Esa es su posición en el Inter, y la presencia de Riquelme le quita su lugar natural en la cancha. En función alternativa, no es un jugador que se mueva bien hacia los costados ni que cubra bien las espaldas. La chuequera de sus piernas ya de por sí lo convierte en un jugador poco veloz. Tampoco es un 5 de marca, y con los años perdió la ductilidad en el juego a un toque.
Gago en cambio es un 5 con poca presencia, mas veloz y dúctil que Cambiasso, pero que le cuesta mucho cubrir el centro de la cancha y llegar a tiempo con los relevos. Para colmo es un jugador que se pierde si las cosas no le salen. Su máxima virtud es el pase en profundidad que pudo desarrollar en Boca, pero ante rivales que lo conocen (y en un fútbol con mas dinamica y presión como es el europeo y "sus cerrojos defensivos"), ya pierde efectividad. Basile lo utiliza mas que nada para tener la pelota y hacerla circular. Pero su perfil derecho obliga a tirar a Mascherano a la derecha (una solución de emergencia que desluce el aporte fundamental de un jugador como Masche) y dejar la banda izquierda deshabitada. Es por eso, que en una decisión que parece propia de un almacenero dedicado de improviso a la arquitectura, Basile decide poner a los 3. Tener la pelota, jugar al ritmo (no ritmo) de Riquelme, apostar por las inspiraciones del electrico Messi, dejar a Carlitos para vender humo, y quedarse sin juego tanto en el área como en las bandas. Ademas de no llegar al arco contrario mas de 3 veces por partido.
El fútbol es una manta corta, que Basile solo conoce cuando le agarra frío y la resaca lo pone tembloroso.
Con el potencial de jugadores que tiene la Argentina, es un desproposito semejante mamarracho. Es por eso que sugerimos la inclusión de René Lima para dividir la cancha en 2 y no en 3, un perfil zurdo mas veloz que el de Cambiasso y juego dúctil y veloz a un toque. Mascherano del centro a la derecha, Lima del centro a la izquierda. El doble 5 perfecto: como hubiese sido Almeyda-Redondo en su mejor momento. Un zurdo y un derecho. Uno de marca y uno de juego. Gago no por favor. Y utilizar el jugador sobrante en un jugador de banda que pueden ser: el Pipita Higuain, Mario Santana, Augusto Fernandez o Fernando Belluschi (todos pueden jugar tanto por izquierda como por derecha) para ser salida por los costados y no dejar tan en solitario a Messi, llevandose las marcas y teniendo que generar las opciones de gol. Nada de Verón: se necesita un jugador vertical y con gambeta (para lanzador esta Riquelme, para pasador Lima). Messi arriba y una referencia de area, el insustituible Crespo (con Cavegol en las gateras). Aclaremos: creo que Maxi Rodriguez es una opción mucho menos rica que la del Pipita (un volante por afuera-segunda punta-enganche-nueve opcional) o Santana (un enganche-volante mixto con dinamica) en esa misma posición. Augusto y Belluschi tienen mas recursos que el colchonero en la posición de volante (si se prefiere mayor cautela).
BUENO POR LO MENOS ASI LO VEO YO, TOTO.
(La semana que viene hablamos de los laterales).
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