Thursday, November 22, 2007

Imbéciles

Para demostrar una vez más que la imbecilidad de algunas personas no tiene límites los “ilustrados”* dirigentes de River, salieron a decir que Ramón Diaz optó por “la zanahoria del dinero

Realmente son idiotas. No se dan cuenta que Ramón Diaz puede ser el técnico de River de mañana, y sabiendo eso (rencorosos por haberse acordado demasiado tarde del técnico que los podía salvar) alimentan la confusión ante la gente y en su intención por destruirlo todo quieren manchar a uno de las pocos ídolos-figuras que a sobrevivido a su desastrosa gestión. El descredito al que lo someten puede servir de conflicto hacia el mañana.

Héctor Cavallero, el mismo ingenuo, que 48 horas antes, como siempre tarde, con el banco ya cerrado, creía que lo de Ramón Diaz “se podía dar”. Desconociendo la presión a la que lo sometían (Si Ramón se iba a River, los hinchas de San Lorenzo no iban a putear ni a Aguilar ni a Cavallero). El mismo Cavallero, un pelotudo que está en River solo porque alguna vez fue marido de Valeria Lynch(?) y Susana Jiménez(?), que decía en una entrevista en Fox hace 2 días que prácticamente los problemas de River “se terminaban con la ida de Passarella” y “le habiamos todo el apoyo”. ¿Todo el apoyo? Una cancha poceada en la que River no volvió a hacer un gol desde el nefasto alquiler, cuando en las fechas anteriores el promedio de goles de local no bajaba de los 3 y medio.

Hace unos años, Cuando Aguilar se vió amenazado ante el deseo de Passarella de ser presidente de River, el alelado y obeso mandatario (sin el mas mínimo acto de reflexión) dijo que “Passarella podía ser presidente, fue técnico y jugador pero siempre va a tener la materia pendiente de ser hincha del club”. Avivando, desenterrando una cuestión que parecía olvidada, fuera de contexto y que luego tuvo la implicancia de que Passarella ya como “bombero de Aguilar” fuera cuestionado por sus pasiones de infante. A tal punto que para acallar presiones Aguilar tuvo que prorrogarle el contrato (en una actitud demagógica), situación que llevó luego a Passarella a escribir esa triste carta del 25 de mayo, que puso a River y al propio Passarella contra la pared.

Esta gente no puede seguir un día más en el club.

*ilustrado: Cuando Aguilar se candidateó a presidente convocó a los Cavallero, Grinberg, y demases, como una forma de llenar su “gabinete” con personas de bien, bien pensantes, progresistas, y que supuestamente iban a llevar a River por el “gran camino”. Idea como la de “los jugadores rubios y de ojos celestes” que pretendía su sinuoso ladero Israel, demuestran una vez mas el racismo que además acompaña la ideología de tan lamentable personaje.

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