Cuando me preguntan si la del jueves fue la peor humillación de River en toda su historia respondo que no. Mas dolorosa fue la eliminación en primera ronda con los 3 equipos bolivianos. Hablando en serio, esa eliminación en primera ronda del 91, la del 93 (los dos paraguayos y Newell´s), y la del año pasado, me dejaron un sabor peor. Si llevamos la presunta humillación al terreno de la frustración: de las que yo viví la peor fue la eliminación del 98 (con ese gol de Juninho Pernambucano que se comió Burgos en el Monumental), una serie que teníamos resuelta y con una final muy accesible (Barcelona de Ecuador). Puedo hablar también de aquella con Racing en el 97 o del robo en el 90 en Guayaquil, todas series muy accesibles.
Igualmente creo que la Copa Libertadores es a River como los Mundiales de fútbol a Argentina. En la mejor época de sus respectivas historias (años 40 y 50) ni el Mundial* ni la Libertadores se jugaban. El retorno de Argentina a los Mundiales de fútbol y el inoportuno comienzo de la copa Libertadores mas o menos se da por la misma época: principios de los 60. Años en que el fútbol cambió. Se hizo mas sucio, mas físico, mas táctico. El fracaso de Suecia ayudó a Argentina a salir mas rápido de su lirismo, lo que a la postre le hizo ganar la Copa de las Naciones y tener una actuación digna (aunque todavía lejos de su estirpe futbolera) en el Mundial de Inglaterra del 66. Ese pragmatismo fue lo que llevó a los títulos continentales a Racing, Independiente y Estudiantes, equipos con diferentes estilos (que jugaban bien) pero que no dudaban en adaptarse a las condiciones del fútbol en ciernes. Mientras tanto, en plena "modernidad", River seguía defendiendo una identidad que multiplicaba la sequía (18 años sin títulos) y las frustraciones (que llevaron a River al injusto calificativo de equipo "gallina" fruto de la increíble final perdida ante Peñarol (también en 1966)).
Mas adelante, se podría establecer un paralelo entre el proceso iniciado por Menotti en la selección (que reorganizó para siempre el fútbol argentino) y la vuelta a River de Angelito Labruna (que permitió -por fin- la entrada de River al fútbol moderno aunque sin resignar su fútbol lujoso y ofensivo). En 1975, River sale campeón local después de 18 años y pierde la final de la Libertadores (sin Passarella ni Fillol) un año después. En el 78 (con Passarella y Fillol) Argentina se consagra por primera vez campeón del mundo.
1986 es el año mágico: los dos conjuntos son campeones del mundo compartiendo algunos jugadores (Pumpido, Enrique, Ruggeri), y una misma ideología: inspiración, juego, solidaridad, dinámica, espíritu ganador y de sacrificio.
River vuelve a ganar la Libertadores en el año 96. Momentos en los cuales volvía a tener hegemonía dentro del fútbol local con una base de grandes jugadores surgidos de sus inferiores que mas por infortunio que por otra cosa, no llegaron a cristalizar todo lo que amenazaban en la selección mayor.
En los últimos años, River y Argentina acumulan frustraciones, eliminaciones insólitas, una participación persistente con la obligación de ser siempre candidato y una crisis de dirigentes que lo obligan a andar siempre improvisando, y exponiendo su karma en dos competiciones que parecen haberse engendrado contra natura de su propia idiosincracia.
*no me cuenten la historia de los mundiales que yo ya sé.
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