El mito de las Banderas Negras

Desde aquella fuga masiva de sus hinchas de la cancha de Ferro, desde que Boca puso las famosas banderas negras, los hinchas de Boca no se comieron mas ninguna. Desde ese día, los dirigentes de Boca supieron que mas allá de cualquier negociado que tengan en mente, no se puede jugar con el sentimiento de la gente. Sin obviar los aspectos oscuros que caracterizan la gestión de cualquier club de fútbol (en la Argentina sobretodo), a partir de ese momento Boca inició una planificación deportiva seria. Desde ese día también y quizás para diferenciarnos, los hinchas de River nos hicimos hinchas de la hinchada. Decidimos comernos los negociados de Pintado, Traversone, Grosso, Israel, Aguilar y cía, que dilapidaron uno a uno todos los recursos del club (desde tener el mejor plantel del fútbol argentino, las mejores inferiores y un equipo que salia campeón todos los años a pasar a ser un club que incorpora jugadores a préstamo, hace negocios con empresarios que le roban la plata, vende a los cracks de inferiores a los 20 partidos de jugar en primera -para beneplácito de los dirigentes-representantes-, tiene un plantel de calidad dudosa que hace 4 años que no gana nada y en el que sus glorias y orgullo de inferiores prefieren jugar y salir campeones en otros clubes (en los que no tienen ninguna historia) antes que volver a River. Con nuestra pasividad ante la barbarie (de socios que prefieren la cancha sintética de fútbol , la pileta techada, y el estacionamiento, y no reparan en el que el club está cada vez peor deportiva e institucionalmente) le dimos de comer a Boca, le regalamos el período mas exitoso de toda su historia. Mientras tanto seguimos con la boludez esa de que "yo aliento los colores, la camiseta" y vemos como cada día se puede estar peor. Los noticieros se ríen de nuestros famosos halls y de los cantos en contra de Aguilar. No demostramos el orgullo suficiente para defender lo que es nuestro. Para cambiar lo que haga falta.