Estoy enfermo y para colmo en un par de días tengo que rendir varios finales. Para no pasar tantos días sin postear, dejo una opinión sobre un artículo de Gantman que plantea una discusión interesante y quisiera comentar. De paso le agradezco la mención en su podcast hace algunos días.
¿Todos los partidos de fútbol valen lo mismo?
Entre las múltiples razones por las cuales Gantman parece abonarse a la idea de que los acontecimientos deportivos en general y los partidos de fútbol en particular, no guardan un mismo valor, el periodista cita los ejemplos del cine, la música, el fútbol y otros deportes.
En el cine hay un valor de entrada universal, pero esto es así porque los costos de proyección son siempre los mismos. Y los gastos corren por cuenta de la sala o el multicine. Además porque los Grandes Estudios y sus distribuidoras (quienes reciben un porcentaje por cada entrada vendida, y se hacen cargo de costear la publicidad y las copias), y son los que indirectamente controlan los valores de cada mercado, saben que cubren un frente de producción demasiado amplio: desde los blockbusters (tanques) hasta las películas semi-independientes (con subsidiarias minimajors, productoras asociadas, particulares independientes), poniendo en riesgo (de cambiarse la lógica de mercado) la viabilidad de aquellas películas medianas o chicas, de menor inversión (que de por sí están destinadas a públicos menos masivos), y que recibirían un monto menor por cada entrada vendida (obligandolos a perpetuarse en la producción de enormes tanques y a aumentar radicalmente las inversiones en publicidad).
El tema con los shows musicales es que cada banda tiene su propio cachet. Además de que el show de cada banda tiene su propia puesta en escena y la inversión que se hace nunca es igual en ningún caso. Por eso, el productor es el que decide el valor de la entrada de acuerdo a los gastos y al margen de ganancia que estipuló.
Si Livorno cobra más sus entradas por enfrentar al Milan está mal. Una cosa es cobrar más la entrada de un partido por copas continentales que exige otros compromisos económicos, y otra justificar la "avivada" por más que está provenga de Europa o de los Estados Unidos.
Los dirigentes de San Martín de San Juan no se hacen cargo del cachet de Riquelme, ni del de Palermo, ni siquiera de contratar a Cacho Laudonio. Tampoco se hacen cargo del traslado y alojamiento del club visitante.
Se dijo que la causa principal por la cual se aumentaban las entradas generales (de 14 a 24 pesos, y no 50 como decidieron arbitrariamente los dirigentes sanjuaninos) era el costo de los operativos policiales. Ningún comité de seguridad decidió que los partidos de San Martín de San Juan, constituyan un alto riesgo debido a la rivalidad existente con cualquiera de los otros clubes de primera. Son pocos los hinchas que viajan de visitante a San Juan, y no creo que un hincha sanjuanino de Boca o River aproveche la llegada de esos clubes a la provincia (dilatada en este caso durante casi 30 años) para hacer disturbio alguno.
Ni siquiera aplicando la ley de la oferta y la demanda, se podría llegar a un despropósito semejante. Y mucho menos cuando el valor de la entrada ya está un 300% por sobre lo que dictaminó la AFA (500% en relación al campeonato pasado). ¿Cuanto tendrían que cobrar sus populares River o Boca si San Martín de San Juan las cobra 70 pesos? ¿Es lícito pagar 70 pesos una popular por ver jugar a Brusco, Recalde, Frontini, Décima, y Tonelotto, por mas que se intente convencer a la gente que llevan la camiseta y representan el fútbol de toda la provincia?. En ese punto estoy de acuerdo con el anterior articulo de Gantman en el que plantea "24 pesos es caro porque ese es el nuevo precio por el maltrato". En un contexto como el del fútbol argentino, con sus estructuras precarias, es directamente un robo (amparado por la AFA) y una falta de respeto al hincha.
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