En la previa era jodidísimo, Boquita había eliminado a los últimos 11 equipos brasileños que enfrentó mano a mano y nunca había perdido en semifinales, pero tampoco nunca le había tocado contra el equipo del que soy hincha desde chiquito, el enorme Flu (que no es amargo como el Santos, el Cruzeiro, el Gremio, el Palmeiras o el Inter) que no quería quedarse atrás con la hazaña del Fulham. Bastó que entre el gran Dodó para que no haya equivalencias y nos clasifiquemos por primera vez a una final de una Libertadodóres, circunstancia que veniamos postergando injustamente. Pregunto: ¿Basile se piensa inmolar llevando a Riquelme de enganche al mundial?. Pobre Román ya no estaban Maidana y Monzón adentro de la cancha para echarles la culpa de todo lo que no le salía. Pensó en agarrarselas con Datolo pero no lo pudo alcanzar. El tiro libre de Washington hizo pomada a Boca y Conquita, que es una versión beta de Buonanotte demostró (como el Enano) que en los partidos importantes no arruga. Para rematarla el gran Dodó sentenció un partido entre un gran (enorme) equipo (para los que dicen que jugó ayer al antifútbol acuerdense de Bianchi caraduras) y un equipo que tiene un enganche de 17 millones de dólares que no corre ni entrena y juega sin laterales y sin arquero. Otro que fue al registro civil para reconocer la paternidad de Boquita fue el gran Renato Gaucho (ídolo de la Fiel tricolor) que ya había amargado a Boca en la Bombonera jugando para el Cruzeiro a mediados de los 90.
A Boquita voy a tener que pasarle alimentos.
"Bocá pega la vuelta Bocá...Bocá pega la vuelta Bocá"
¿Ya renunció CHIROLISQUIA?
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